
Los hermanos granjeros Pedro y Jaime descubren en el bosque el cuerpo mutilado de un limpiador que, según resulta, se dirigía a una casa vecina para matar al poseído. A la hora de lidiar con el mal es necesario seguir ciertas reglas, por lo que los hermanos, junto con su vecino Ruiz, deciden llevarse más lejos al infectado y dejarlo allí, pero este desaparece en el camino. Al día siguiente, fuerzas demoníacas matan a Ruiz y a su esposa embarazada, y los hermanos huyen. Pedro acude a su exmujer para recoger a sus hijos, pero trae el mal consigo.